Es innegable que, en las últimas
décadas, el cuestionamiento al matrimonio tradicional ha aumentado. Incluso,
poner el calificativo tradicional junto a matrimonio indica que ha ocurrido una
gran divergencia en lo que se percibe como un matrimonio. Sin embargo, el
matrimonio sólo posee una definición que lo hace significativamente distinto de
otro tipo de relaciones. Y esta definición, por lo tanto, tiene que ser la
verdadera entre todas las otras que se proponen.
Escribir sobre el matrimonio generará
su dosis de polémica, pero no se puede acallar el debate por miedo a que se
ofendan ciertos sentimientos o a las reacciones que este provoque. Por ello,
será mi prioridad escribir claramente sobre lo que creo es la verdadera y única
definición posible de matrimonio, puesto que si se desea un debate fructuoso,
las partes deben exponer sin temor sobre sus posiciones.
No terminaré esta entrada
introductoria sin aclarar la definición de matrimonio que considero la única
válida: el matrimonio es la unión permanente de un hombre y una mujer con el
propósito de criar a los hijos frutos de su relación y de apoyarse para lograr
el propósito anterior. Será mi intención explicar toda la definición y de por
qué es la única válida. También, en el transcurso de esta serie de entradas,
criticaré las novedosas y equivocadas definiciones que se proponen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario